Adaptación para las catas virtuales

Adaptación para las catas virtuales

La adaptación ha sido la constante en estos tiempos.

Uno de los retos de las catas virtuales que he estado dirigiendo en estos tiempos de COVID-19 ha sido la cantidad de vinos de cada sesión.

Mientras en las catas presenciales se llegan a probar entre 3 y 5 vinos en las versiones virtuales hemos manejado generalmente 2, un sólo vino se hace muy poco (incluso para una sola persona) y tres se hace demasiado en cantidad y costo.

Hace unos días organicé una cata con 4 vinos para estudiar sobre varias regiones de España con el grupo de estudio de la Escuela de Sommeliers y cada uno tuvo las botellitas que ven en la imagen, son asépticas y totalmente herméticas.

Ha funcionado muy bien porque pudimos probar variedad y a un precio accesible.

Claro que ninguna adaptación es perfecta, si lo fuera se llamaría solución.
Si algunas personas arrugan la cara con un vino de tapa de rosca imaginen en frascos como estos.

La resistencia habrá pero aquí estás estas opciones a la mano.

¿Qué opinas de este formato? Quiero leer tu opinión, todas son válidas y bienvenidas.

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