Del viejo al nuevo, de nuevo

Como lo mencioné antes estaba de viaje y me fui “al otro lado del charco”.

Fue un viaje un poco largo y muy variado, para que tengan una idea aquí les doy algunas cifras:

Duración: 30 días.
Distancia recorrida: Mas de 24.000 Km.
Paises visitados: 8
Ciudades visitadas: 13
Idiomas enfrentados: 7
Medios de transporte: Avión (9), tren (10), barco (1).
También utilice autobús, tranvía, carro, metro y taxi pero en cada uno de estos casos perdí la cuenta de cuantas veces lo utilice.

Desde el punto de vista de lo que atañe a La Casa fue un viaje muy enriquecedor, entre otras cosas realice mi primera experiencia enoturistica y sin proponérmelo conocí sommeliers, bodegas, viñedos y hasta a importadores de vinos. Esto es algo que debo agradecer muchísimo a Dios por poner en mi camino a esta gente y estas oportunidades.

Que si tome algún vinito? Los 20 corchos que incorporé a Mama Bowl dan una idea inicial, mas no de todos los que tuve la oportunidad de probar.

A lo mejor para aquellos que viven en Europa suene obvio pero mi percepción personal en este viaje es que el vino en el viejo continente no es una moda o es algo que está en crecimiento como en algunos países de América, sencillamente es algo integral y asumido, parte usual de la vida diaria.

Haciendo un paralelismo de la típica sorpresa del que viaja por primera vez a Europa y ve que el vino es mas barato que una gaseosa (o “refresco” como decimos aquí), mi “sorpresa” en este viaje (voy por el cuarto), al hacer énfasis en algunos momentos al aspecto vinícola, es la vasta presencia del vino en la vida alimenticia de las personas. Para mi es una normalidad pasmosa.

Es mucho el material y las experiencias que deseo y espero compartir y espero poco a poco ir colocando información en la medida que el tiempo me lo permita. Espero que para los 2 o 3 asiduos lectores y los demás casuales que se topen con este sitio sea tan entretenido como provechoso.