Quiero volver a Barcelona

La primera y única vez que he visitado Barcelona fue en mi luna de miel en 2003, yo sentía que estaba en desventaja logística porque mi esposa ya conocía la ciudad y se había encargado de crearme grandes expectativas, creo que se quedó corta.

Disfrutamos muchísimo nuestro rápido paso por sus calles, principalmente porque nuestro hospedaje estaba en plena Rambla, nos preparamos con anticipación y definimos que lugares ir a visitar, los cuales incluyeron la iglesia de Santa María del Pi junto a su mercado de productos típicos, la Catedral de Santa Eulalia, el Templo de la Sagrada Familia, el arco gótico sobre el Carrer del Bisbe, el Camp Nou, el monumento a Colón, el paseo en funicular hasta Tibidabo, el Anillo Olímpico, Montjuïc, el Parc Guëll, la casa museo Gaudí y el museo Picasso.

Por supuesto el plan estaba abierto a imprevistos y felizmente nos aparecieron en el camino experiencias como el fabuloso menú Pica-Pica en la cervecería H3 y un concierto de Sigur Rós en la Sala Razzmatazz.

Quiero volver, y no lo comparto como una idea, más bien como un objetivo y casi un mantra. Quiero volver para seguir succionando experiencias de esa ciudad que tiene tanto para ofrecer.

Quiero quedarme más tiempo en un mejor hotel en Barcelona, pasear con calma por el Poble Espanyol, llenar mi memoria de olores y sabores del mercado La Boqueria, disfrutar todos los colores de la fuente mágica en la noche, tomar fotos hasta que se me canse el dedo desde la Torre de Collserola, acercarme a Miró en su museo, disfrutar como un niño en el CosmoCaixa y hacer una peregrinación vinícola que incluya Vila Viniteca, Cuvée 300 y Monvínic.

La lista es mucho mas larga pero por allí comenzaría. Pido mucho? Soñar no cuesta nada y solo me estoy preparando para cuando vuelva a pisar la capital de la región catalana.

Foto crédito: _DP_