FGI2011: 1er día
La entrada al causa una primera impresión importante: así es como debe ser. Además de que los espacios del CIEC de la Universidad Metropolitana se prestan para eventos de gran envergadura.
La organización bien realizada se hace notar desde el inicio: Una oficina separada para validar y entregar las acreditaciones a los medios, un kit de ingreso preparado, con copa incluida (no muy feliz pero menos triste que la del SIG) y un programa detallado y generoso en información, entregado todo por personal atento y sonriente; pasillos amplios donde destaca un pequeño espacio para la prensa, entradas amplias a los salones principales, buena temperatura ambiente y stands grandes con mucha presencia gráfica. Ah, y ¡la sala de catas tiene envases con los aromas del vino! Un detalle que impresiona a cualquiera.
Todavía se presentan algunas fallas que quizás son más achacables a la idiosincrasia venezolana que a la organización en sí, pero que igual no deben excusarse: retraso en el inicio de las actividades y catas programadas, stands aún armándose incluso a varias horas de abierto formalmente el festival, copas menos que apropiadas en el salón de cata de vinos, música a un volumen, aunque no estridente no permite la conversación; todos estos detalles que bien pueden corregirse pronto (están a tiempo) pero que uno preferiría que no hubiesen existido siquiera. Vamos, que lo regular-a-bueno no debería ser la norma.
Con todo es (hasta ahora) uno de los mejores eventos de gastronomía y vinos a los que he asistido, y que vale la pena visitar y conocer todas las propuestas que ofrece.